TRABAJAR PARA "PERIQUITO EL DE LOS PALOTES"

¿Cuántas veces habré escuchado  de las personas usuarias de los servicios de orientación e intermediación laboral que su objetivo profesional es trabajar en determinada empresa? A priori no supone ningún problema, me marco un objetivo y me lanzo a por ello. El desatino se inicia en el mismo instante en que la motivación de la persona para acceder a esa empresa se ciñe a tener un sueldo asegurado en un lugar en que no pase frío ni calor, porque tenga la percepción que en las determinadas empresas se trabaja "de lujo", hay buen ambiente y todo es "de color rosa". NOOOOOOOO, no podemos basar nuestra búsqueda de empleo en una percepción de la realidad, tenemos que investigar y cerciorarnos que realmente se dan esas condiciones. Partiremos de una base, que no se me asuste nadie, la única certeza que podemos asegurar al cien por ciento es que todos y todas y cada uno y una de nosotros y nosotras nos vamos a morir, a partir de ahí, todo lo demás, es incierto, va a depender del camino que vayamos construyendo.

Aquí dejarán de leer aquellas personas que le dan un alto valor en su búsqueda de empleo al azar, a la suerte, a toda esa amalgama narrativa que tenemos para justificar nuestro inmovilismo, todos/as esos/as "nopuedita" a que me refería en el post anterior. Pues bien, la búsqueda de empleo se basa en el establecimiento de un OBJETIVO (con una serie de características, a las que dedicaré un post), y en la creación y planificación de una estrategia para alcanzar dicho objetivo. Horror, yo creía que este post me iba a dar la receta con los cinco pasos exactos que tengo que dar. Pues no, la búsqueda de empleo no se circunscribe a quiero trabajar en tal sitio y mando un currículum bonito, ni en cinco pasos medidos; no quiero decir con ésto que no haya que planificar y crear una ruta para alcanzar el objetivo, sino más bien que no debemos seguir a "pies juntillas" las fórmulas que han servido a otras personas, con sus circunstancias y sus aprendizajes personales, para luego dejar la responsabilidad de nuestro éxito laboral en la fórmula de otra persona.

Cuando quiero trabajar en la empresa "Periquito el de los palotes", lo primero que he de hacer es reflexionar acerca de qué me atrae de trabajar allí, es decir, averiguar mi motivación real, pues ello va a determinar en parte la consecución de  mi objetivo. Cuando estoy totalmente seguro que es el lugar en que quiero desarrollarme como profesional, he de averiguar el ámbito geográfico de la empresa, cuáles son las actividades que realiza, cómo se estructura a nivel organizativo y cómo es el ambiente de trabajo. Aquí hay un trabajo riguroso que nos va a permitir conocer mejor el lugar donde deseo trabajar y si es sólo un deseo o hay amor puro. Aquí me encuentro excusas de todos los colores por parte de usuarios/as y alumnos/as, tales como "dónde voy a encontrar yo esa información; "quién me va a contar los chismorreos de la empresa", "¿y para qué quiero yo saber eso?", etc. La realidad es que, a través de los motores de búsqueda de la web, podemos encontrar gran parte de la información que nos interesa, y hemos de acostumbrarnos a utilizar internet en ese sentido (si cuando vamos a hacer una compra miramos ochenta páginas para comparar precios, encontrar gente a favor y en contra de su compra, etc., ¿por qué no hacer lo mismo cuando busco trabajo?).

Abandonemos la postura "sólo encuentra trabajo quien tiene enchufe", "lo bueno es fácil de conseguir" o la tan manida "hay gente que nace con estrella y gente que nace estrellada", por poner algunos ejemplos. Nada en esta vida es sencillo, y hemos de cultivar el trabajo duro, la perseverancia y, por supuesto, el buen hacer.

Volviendo al trabajo para "Periquito el de los Palotes", mi pregunta es: ¿para qué centrarnos en una sola empresa? ¿Por qué no tantear varias (tendremos más opciones, eso sí, se multiplica el trabajo tantas veces como empresas en las que queramos trabajar)? Si ya Andrés Pérez Ortega nos decía que la diferencia entre un "cuentajenado" y un autónomo era el número de clientes, elijamos bien nuestro cliente, y no nos cerremos a una única opción. Si quieres, puedes; si crees, creas.